En el mundo taurino, los cabestros juegan un papel crucial como guías de los imponentes toros bravos durante los encierros y otros eventos. Estos bueyes, cuidadosamente seleccionados y entrenados, desempeñan una función indispensable al dirigir y controlar el movimiento de los toros en medio de la emoción y la adrenalina que caracterizan a estas tradicionales celebraciones. Más allá de su aparente serenidad, los cabestros son verdaderos maestros en el arte del manejo del ganado, una labor que combina la destreza humana con el instinto animal. Sigue leyendo para conocerlo todo sobre estos animales.
¿Qué son los cabestros?
Se llama cabestro a un toro castrado que se utiliza para guiar a los toros de lidia en las corridas, encierros u otras situaciones donde se requiere controlar su movimiento.
Estos bueyes, debido a su mayor docilidad y entrenamiento, ayudan a dirigir y calmar a los toros durante los eventos taurinos, así como en su manejo en general. Al contrario de lo que suele pensar mucha gente, el cabestro es manso por ser un toro de una raza diferente a los de lidia, y no por efecto de la castración.
Diferencia entre cabestro y buey
Según el diccionario de la Real Academia Española:
- Un buey es un toro castrado.
- Mientras que un cabestro es un buey adiestrado.
- Este último se utiliza en las ganaderías como guía de los toros bravos.
- Por lo tanto, se puede afirmar que todos los cabestros son bueyes, pero la mayoría de los bueyes no son cabestros.
Las funciones tradicionales del buey son la producción de carne, arrastrar cargas y tirar del arado durante las faenas de labranza. El cabestro, por su parte, únicamente se utiliza en las ganaderías bravas para facilitar el manejo de los toros destinados a la lidia.
Características de los cabestros
- Tamaño: son generalmente grandes y robustos.
- Altura: pueden medir entre 1.3 y 1.5 metros a la cruz.
- Peso: su peso puede variar, pero suelen estar entre los 500 y 700 kg.
- Cuernos: poseen cuernos, que pueden variar en forma y tamaño. No suelen ser tan prominentes como los de los toros bravos.
- Pelaje: su pelaje puede ser de diversos colores, aunque frecuentemente se ven de coloraciones marrones, negras o mezclas de estas.
- Musculatura: son animales fuertes y musculosos, ya que deben ser capaces de soportar y controlar a otros toros.
Comportamiento
- Docilidad: a diferencia de los toros bravos, los cabestros son seleccionados y entrenados por su temperamento dócil y manejable.
- Instinto de liderazgo: son animales que, gracias a su entrenamiento, tienen un fuerte instinto de liderazgo y son capaces de guiar y mantener la calma en el grupo de toros.
- Manejo del ganado: están acostumbrados a interactuar con humanos y otros animales, lo que los hace esenciales en la conducción y manejo del ganado.
Razas utilizadas como cabestros
Generalmente, en el manejo de toros de lidia se utilizan razas de ganado bovino destinadas a la producción de carne. Esto se debe a que estas razas suelen ser robustas, tienen un tamaño considerable y son capaces de manejar el trabajo físico requerido en los eventos taurinos. Además, estas razas suelen tener un temperamento dócil, lo que facilita su entrenamiento para guiar a los toros de lidia.
Algunas de las más utilizadas por sus aptitudes naturales son la Berrenda en colorado y la Berrenda en negro (ambas originarias de Andalucía). Otra raza que en ocasiones se emplea es la Morucha, criada principalmente en dehesas de la provincia de Salamanca.