Tener mascotas puede crear vínculos únicos dentro de la familia, pero los perros y los gatos tienen fama de no llevarse demasiado bien. Tienen personalidades y naturalezas distintas, y es importante tener en cuenta sus diferencias biológicas a la hora de plantear su convivencia. Si te preguntas cómo conseguir que tu perro y tu gato puedan convivir armoniosamente, aquí te explicamos algunos consejos esenciales. ¡Así que quédate, que te contamos cómo conseguir una buena convivencia entre perros y gatos!
1. Respeta el origen de cada especie
Lo primero que hay que entender para asegurar el éxito en la convivencia entre perros y gatos es el origen de cada especie: los perros pertenecen a la familia de los cánidos (junto con lobos o zorros), mientras que los gatos pertenecen a la de los félidos (junto con tigres o leones).
Los cánidos son animales sociales que viven en manadas y mantienen un orden jerárquico. Los félidos, en cambio, son literalmente solitarios y establecen sus propios territorios. Esta diferencia es muy importante, porque si tenemos un perro y un gato juntos en casa, puede haber errores en la interpretación de los comportamientos de cada uno que pueden empeorar su relación.
Por tanto, es esencial ser respetuoso con sus particularidades y reforzar el comportamiento positivo cuando aparece. Hay que prestar atención a quién está dominando a quién, teniendo en cuenta que usar la fuerza física con cualquiera de las mascotas puede crear consecuencias negativas. En general, al presentar a dos mascotas es importante estar presente y atender al lenguaje corporal de ambas.
2. Presenta a los animales adecuadamente
Si incorporas a un perro a una casa en la que ya hay un gato o viceversa, es importante actuar con precaución para que la primera impresión de cada uno de ellos sea positiva. Para presentar adecuadamente a los animales, se recomienda utilizar una puerta de seguridad para bebés para separar a las mascotas, permitiéndoles acercarse entre sí de forma cómoda y segura. También puedes comprar un transportín para que las mascotas se encuentren fuera de casa y se reduzca la sensación de conflicto territorial.
Cuando estén cara a cara, lo mejor es mantenerlas a cada una en un lugar neutral, no en el sitio habitual de la mascota que ya estaba en casa. También es buena idea recompensar incluso las pequeñas acciones positivas con una golosina y asegurarse de que siempre haya comida, agua y zonas de confort suficientes para ambos.
3. Comienza la convivencia desde las primeras etapa de su vida
Es mucho más fácil hacer que la relación entre dos animales sea positiva desde el principio que reparar los problemas resultantes de los malos hábitos ya aprendidos debido a la falta de una presentación adecuada.
Al presentar a las dos mascotas, ya sean un cachorro y un gatito o dos adultos, lo mejor es buscar la ayuda de un profesional, como un adiestrador de perros o un etólogo, para que te asesore y guíe de la mejor manera posible en la convivencia entre ellos.
4. Aliméntalos en zonas separadas
La alimentación es uno de los principales factores que pueden arruinar la convivencia entre tus mascotas. Lo mejor y más seguro es alimentarlos en zonas distintas de la casa o, en caso de agresividad a la hora de comer, encerrar a ambos en habitaciones separadas.
5. Juguetes para que todos disfruten
A veces, los animales desplazan su frustración y tensión sobre los objetos. Cuando esto ocurre, los juguetes actúan como mediadores para que liberen su energía sin hacerse daño. Proporciona a cada mascota sus propios juguetes, de distintas texturas o colores, y ofréceles siempre mucho tiempo de juego para que descarguen su energía. Así conseguirás que se desahoguen y evitarás problemas de convivencia.
Consideraciones finales
Es importante tener en cuenta que tener dos animales diferentes en casa supone una carga física y psicológica para el cuidador. Es posible crear un entorno en el que ambas mascotas vivan en armonía, pero es responsabilidad del cuidador mantenerlo. Además, cada relación que crean es única, por lo que el dueño debe permanecer atento y ser flexible.
Sobre todo, aunque parezca complicado, no desesperes, ya que con el tiempo los animales pueden aprender a respetarse y, poco a poco, el hogar puede convertirse en un refugio de paz. Esperamos que estos consejos sobre la convivencia entre perros y gatos te hayan sido útiles para empezar a crear un ambiente de respeto y armonía entre tus queridas mascotas.