Los gatos son unos de los animales más queridos del mundo, pero existen muchos mitos y creencias erróneas sobre ellos que no siempre son ciertas. En este artículo analizaremos qué hay de cierto en algunos de los clásicos mitos sobre los gatos y conoceremos la realidad de estas fascinantes mascotas.
1. Los gatos son criaturas solitarias
Uno de los mitos más escuchados y repetidos sobre los gatos es que son animales solitarios que prefieren estar solos. En realidad, los gatos son animales sociales y disfrutan de la compañía de otros gatos, así como de otros animales y humanos. Les encanta jugar e interactuar con sus dueños, y pueden estresarse y ponerse ansiosos si se les deja solos demasiado tiempo.
2. Los gatos no pueden ser adiestrados
Otro mito común es que los gatos no pueden adiestrados o educados. Aunque es cierto que educar a un gato puede requerir más paciencia y persistencia que educar a un perro, sin duda es posible. A los gatos se les puede enseñar a hacer todo tipo de cosas, desde utilizar la caja de arena hasta aprender a sentarse y quedarse quietos. También se les puede enseñar a andar con correa y a hacer trucos.
3. Los gatos siempre caen de pie
Este mito puede deberse a que los gatos son muy ágiles y tienen un gran sentido del equilibrio. Sin embargo, no es cierto que los gatos caigan siempre de pie. Los gatos pueden caerse (de hecho se caen muchas veces), y pueden sufrir lesiones graves a consecuencia de ello. También es importante tener en cuenta que los gatos no son inmunes a los peligros de las caídas de altura, por lo que hay que tomar las medidas necesarias para su seguridad.
4. Los gatos son mascotas de bajo mantenimiento
Algunas personas creen que los gatos son mascotas que no requieren muchos cuidados ni atención. En realidad, los gatos necesitan mucho cariño y afecto, así como cuidados veterinarios y aseo regulares. También necesitan que se les estimule mental y físicamente, y deben vivir en un entorno seguro y enriquecedor.
5. Los gatos son buenos para reducir el estrés
Es cierto que pasar tiempo con un gato puede ser tranquilizador y reducir el estrés, y de hecho pueden ser animales terapéuticos, pero no tienen poderes mágicos. Aunque su compañía puede mejorar nuestro estado de ánimo y aliviar el estrés, también es importante recordar que siguen siendo seres vivos con sus propias necesidades y limitaciones. De hecho, al igual que cualquier otro animal de compañía, necesitan cuidado y atención adecuados. Entender su naturaleza y atender sus necesidades es esencial para mantener su salud y bienestar, y solo así pueden ser verdaderamente beneficiosos para sus dueños.
6. Se puede dar leche a los gatos
La leche se asocia a menudo con los gatos, pero no es buena idea dársela. Muchos gatos son intolerantes a la lactosa, lo que significa que no pueden digerir correctamente la leche. Esto puede provocar trastornos digestivos y otros problemas de salud. Lo mejor es ceñirse a una comida para gatos de alta calidad y mucha agua.
7. Los gatos deben ser siempre mascotas de interior
Existe la creencia común de que los gatos deben estar siempre dentro de casa por su seguridad. Aunque mantener a un gato dentro de casa puede protegerlo de peligros como coches, depredadores y enfermedades, los gatos también necesitan ejercicio y estimulación al aire libre para mantenerse mental y físicamente sanos. Por ello, es importante proporcionarles un entorno seguro y enriquecedor para que puedan ejercitarse y estimularse sin riesgos.