Los perros son animales muy sociables por naturaleza, pero algunos de ellos son reactivos, es decir, su comportamiento se altera ante ciertos estímulos, como el de otros perros, personas extrañas, ruidos, etc. Los perros reactivos a menudo muestran señales tales como gruñir, ladrar, u otras manifestaciones de enojo. Si estás teniendo problemas de reactividad con tu perro, deberías aprender cómo abordar el tema correctamente.
¿Qué provoca la reactividad en los perros?
La reactividad canina comúnmente se asocia con el miedo, sin embargo, hay una gran variedad de factores que podrían contribuir a ella. Estos incluyen la ansiedad, el estrés, el aburrimiento, la falta de ejercicio o entrenamiento, la agresión y la educación familiar. También hay ciertas razas de perros que están más predispuestas a estas conductas, como los pastores, los Doberman y los Rottweilers. Para identificar la causa del problema, es importante tener en cuenta el historial y el contexto en el que la reactividad se manifiesta.
Consejos para manejar la reactividad en los perros
Es importante recordar que el castigo no es la solución óptima para los perros reactivos. Es preferible aprender a identificar los desencadenantes y posteriormente adoptar herramientas de modificación de comportamiento para reducir el estímulo. Algunos consejos clave para controlar estos comportamientos reactivos en nuestro perro son los siguientes:
1. Entender el comportamiento
Es muy importante entender el comportamiento de los perros, especialmente si son reactivos. Esto nos permitirá identificar las causas reales de la reactividad y manifestar una actitud más comprensiva hacia el animal, para que se sienta más seguro y seguro.
2. Evitar exponer al perro al estímulo
Una vez que hayamos identificado el estímulo que provoca la reactividad, lo mejor es evitar exponer o distanciar al perro a él durante un período determinado. Esto ayudará al animal a sentirse más seguro al entrar en contacto con aquello que le intimidaba.
3. Utilizar técnicas de adiestramiento para mejorar el comportamiento
Existen algunas herramientas para ayudar a los perros a controlar su comportamiento reaccionario. Por ejemplo, una técnica útil es la «reorientación»: en lugar de permitir que el animal se desconecte cuando exista un estímulo, se le enseña a «distraerse» con un objeto o actividad, como un juego o una serie de ejercicios.
4. Proporcionar al animal un entorno seguro
Para reducir los comportamientos reactivos, es importante dar al perro un ambiente seguro y predecible. Esto implica reducir la incertidumbre, proporcionar actividades adecuadas acorde a su edad y raza, una alimentación saludable y proporcionarle tiempo para socializar con otros animales y personas.
Cómo manejar la reactividad con éxito
En general, manejar el comportamiento reaccionario en los perros requiere paciencia y un compromiso constante. El objetivo no es castigar al animal, sino reconocer cuáles son las causas de su conducta y trabajar con ellas. Además, hay que tener cuidado de no ser sobreprotectores con los perros; por ejemplo, cuando estos intenten interaccionar con otros perros, los dueños deben reconocerlo y no entrar en pánico. La mejor manera de conseguir un perro equilibrado es ofrecerle el amor y la comprensión que necesita, así como la guía adecuada para lograr un comportamiento seguro y pacífico.
Conclusión
En pocas palabras, la reactividad en los perros es un comportamiento que se produce debido a diversos factores, incluida la ansiedad, el estrés y la falta de adecuado entrenamiento. Si tu perro está siendo reactivo, es importante que aprendas cómo abordar el problema correctamente. Hay que evitar castigar al animal y en su lugar, emplear herramientas de modificación de comportamiento, como la reorientación, para ayudarle a controlar su reacción en situaciones estresantes. Por último, es importante ofrecer un ambiente seguro, predecible y cariñoso para ayudar a tu perro a comportarse de una manera equilibrada.