El tarsero filipino es una especie endémica ya que solo se encuentra en el archipiélago de la República de Filipinas. Esta especie es la única perteneciente al género Carlito, aunque hasta el año 2010 se incluía dentro del género Tarsius. Este primates tiene un tamaño pequeño de unos 11-15 cm de largo incluyendo la cola, es decir, que uno de estos animales se asemeja a una pelota realmente pequeña, además tienen ojos grandes y vibrantes lo que lo convierte en un animal muy atractivo.
Estos tarseros tienen un comportamiento carnívoro ya que se alimentan principalmente de insectos como grillos, saltamontes, escarabajos y polillas. Estos animales también se conocen por su gran capacidad auditiva ya que son sumamente buenos escuchando los sonidos de los insectos. El tarsero es un animal nocturno, pero también pueden ajustar su calendario estacional para adaptarse a las horas de luz del día.
Características y descripción del tarsero filipino
Los tarseros pertenecen a la familia Tarsiidae. Estos animales tienen unos rasgos extremadamente interesantes entre los cuales se pueden destacar los siguientes: su cabeza es pequeña comparada con el cuerpo, poseen una cola prensil que les sirve para sujetarse a los árboles, tienen piernas largas y oídos pequeños. Estas características, en conjunto, les permiten saltar bien de un árbol a otro.
Los machos suelen ser algo mayores que las hembras, miden cerca de 11-15 cm con la cola incluida. Los ojos son grandes, de ahí que se salgan mucho de la cabeza, que permite al animal adaptar su visión para la caza de insectos. Los ojos vibrantes hace que estos primates sean preciosos. Además, los tarseros tienen cola prensil para que se asientan a los árboles y su pelaje es de color tierra o café.
Distribución geográfica y hábitat del tarsero filipino
Los tarseros filipinos son endémicos de Filipinas, es decir, se encuentran solo en estas islas. Estos primates se distribuyen por los bosques del archipiélago, específicamente se les encuentra en Filipinas central, oriental y septentrional en la parte sur.
Pueden encontrarse principalmente entre los árboles frutales, así como en los bosques a mayor altitud. Los tarseros suelen vivir a grandes alturas, cerca de los techos de los árboles, en particular los árboles de bambú. Siempre en los árboles y esquinas donde pueda encontrar refugio y alimentación.
Alimentación del tarsero filipino
Los tarseros filipinos son carnívoros, se alimentan principalmente de insectos como grillos, saltamontes, escarabajos, y polillas. Además, esta especie se conoce por su gran audición, lo que les ayuda a detectar los sonidos de los insectos a largas distancia. También se gusta de alimentar con pequeños vertebrados, como pequeños lagartos y saurios.
Reproducción del tarsero filipino
Estos mamíferos tienen una estación de apareamiento alrededor de las épocas de primavera y verano. La hembra producirá uno o dos embriones en cada parida. El periodo de gestación es de cerca de seis semanas y el neonato pesa al nacer cerca de 4 gramos.
Los recién nacidos se enganchan a la cola de su madre para transportarse de un lugar a otro. Son dependientes de su madre durante los primeros dos o tres meses de su vida. Esto significa que pasan la mayor parte de su tiempo en el árbol y fuera de la visión de los humanos.
Los tarseros crecen rápidamente y al cabo de los 5 meses ya son lo suficientemente fuertes para saltar de un árbol a otro. Llegan a la madurez sexual al cabo de los 2 años.
Estado de conservación del tarsero filipino
El tarsero es visto como una especie casi amenazada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Está amenazado por la destrucción de su hábitat natural y la caza ilegal para vender como mascotas. Esta especie también se encuentra en peligro debido a la pérdida de la biodiversidad. Es importante promover programas de preservación para preservar la vida y el hábitat de esta especie.
Conclusión
Los tarseros filipinos son una especie interesante que puede ser fácilmente encontrada en algunos de los bosques tropicales de Filipinas. Estos animales son pequeños, ágiles y vibrantes que representan una belleza única que debemos preservar.