Incorporar a un segundo compañero canino a tu hogar puede ser una experiencia emocionante y gratificante tanto para ti como para tu primer perro. Sin embargo, gestionar la convivencia entre los dos animales puede presentar ciertos retos, como las diferencias de edad, raza o personalidad. Afortunadamente, hay una serie de estrategias que puedes utilizar para ayudar a gestionar la relación entre tus dos mascotas y fomentar un entorno doméstico armonioso. En este artículo veremos qué supone tener dos perros y qué puedes hacer para asegurarte de que convivan de la mejor manera. Quédate, ¡que te lo cuento!
Primer paso: elegir al compañero adecuado
El primer paso para gestionar la coexistencia de dos perros es elegir al compañero adecuado para tu primer perro. Ten en cuenta factores como la raza, la edad, el nivel de energía y el temperamento a la hora de seleccionar a tu nueva mascota. Es decir, intenta encontrar un perro que tenga aproximadamente el mismo tamaño que tu mascota actual, y que tenga un nivel de actividad y un temperamento similares. Además, ten en cuenta si tu mascota actual tiene necesidades especiales; por ejemplo, un perro anciano o artrítico puede no apreciar la enérgica compañía de un perro joven y activo.
Por último, es importante que te asegures de que tu primer perro se lleva bien con la nueva mascota antes de llevarla a su casa de forma permanente. Para ello, puedes hacer que se conozcan previamente en un encuentro fuera del hogar y ver cómo interactúan y si crees que podrían convivir en el mismo hogar.
Segundo paso: inicia la introducción lentamente
Una vez que hayas encontrado al compañero perfecto para tu mascota actual, es hora de iniciar el proceso de introducción. Lo mejor es empezar despacio: algunos expertos recomiendan empezar con una visita breve y controlada en un lugar neutral, como un parque local, para que los dos perros se conozcan.
Tras la introducción inicial, deja que tus perros interactúen entre sí en un entorno controlado, como un patio vallado, durante breves periodos de tiempo. A medida que se sientan más cómodos el uno con el otro, aumenta gradualmente el tiempo que pasan juntos. Vigila de cerca su comportamiento durante este tiempo y recompensa constantemente las interacciones positivas entre los dos perros.
Tercer paso: establece una rutina
Una vez que tus dos perros se conozcan y convivan en la misma casa, es importante establecer una rutina constante para ambas mascotas. Esto puede ayudar a prevenir los celos y la competencia por tu atención, así como a evitar que surjan problemas de comportamiento. Ambos perros deben ser alimentados y paseados a la misma hora cada día, y sus horarios de sueño y juego también deben ser similares. Esto puede ayudar a crear un sentimiento de igualdad entre los dos perros, así como a fomentar una sensación de seguridad y estabilidad.
Cuarto paso: establecimiento de límites
Es importante establecer límites claros entre tus dos perros para evitar conflictos. Si es necesario, alimenta a tus perros en zonas separadas de tu casa para evitar que compitan por la comida. Además, utiliza juguetes y camas distintos para cada perro, y no permitas que tu nuevo perro se adueñe de los lugares favoritos de tu perro actual.
Además de los límites físicos, es fundamental establecer también límites de comportamiento. Esto puede incluir educar a ambos perros para que se sienten y se queden quietos, así como enseñarles a respetar el espacio personal del otro. Aplica sistemáticamente estos límites para desalentar los comportamientos agresivos o dominantes entre tus dos mascotas.
Quinto paso: dedica tiempo a las interacciones individuales
Que tengas dos perros no significa que no puedas prestarles atención individual. Dedica tiempo cada día a interactuar con cada perro de forma individual, y a realizar actividades que os resulten agradables a los dos. Esto puede ayudar a reforzar el vínculo entre tú y cada perro, así como ofrecer a tus mascotas la oportunidad de disfrutar de una muy necesaria relajación. Además, no dudes en realizar actividades con los dos perros a la vez, ya que esto puede ayudar aún más a fomentar un sentimiento de igualdad y respeto mutuo.
Importante: sé paciente
Por último, es importante señalar que la paciencia es clave a la hora de gestionar la convivencia de dos perros. Puede llevar tiempo que tus perros se sientan cómodos el uno con el otro y que se establezca su nueva rutina. No te desanimes si tus perros tardan algún tiempo en acostumbrarse el uno al otro y en resolver cualquier problema de comportamiento. Mantén la constancia y dales muchos refuerzos positivos por su buen comportamiento, y tus perros acabarán aprendiendo a convivir de la mejor manera.