El coyote es un mamífero norteamericano, miembro de la familia de los cánidos (a la que también pertenecen, entre otros, los zorros y los lobos). La palabra coyote es de origen nahua (comunidad lingüística mexicana) y significa «pájaro cantor». Para las tribus nativas, el coyote es un animal ambivalente: es a la vez peligroso e impredecible, pero también inteligente. Además, las tribus cuentan muchas historias sobre este animal. En muchas de ellas, aparece como una figura burlona, a veces buena y a veces traviesa, siempre intentando burlar/engañar a los demás. En este artículo hablaremos de las características, hábitat y el papel de este animal en el ecosistema donde habita.
Descripción física y características del coyote
Su nombre científico es Canis latrans y es un cánido de tamaño mediano.
- Puede pesar entre 7 y 20 kilos y medir entre 0,55 y 1,05 m de longitud.
- Estos mamíferos tienen el cuerpo largo, con pelaje espeso y cola peluda.
- Son conocidos por sus orejas puntiagudas y sus ojos amarillos.
- Han desarrollado una serie de tácticas de supervivencia y pueden comer casi cualquier cosa.
- Tienen una coloración variada.
- Pueden ir del marrón oscuro al claro, mientras que su pelaje suele ser de color marrón claro.
- Tienen un pelaje muy denso y esponjoso para protegerse del frío.
- Las piernas son esbeltas y ágiles, y la cola, larga, les sirve para mantener el equilibrio al correr, pero también como protección contra el frío.
- Tienen un total de 42 dientes, incluidos cuatro colmillos largos, que utilizan para atrapar y matar a sus presas.
Una de las características más distintivas de este animal es su increíble olfato. Tienen glándulas en la parte interior de las extremidades anteriores y en la zona del dorso, que utilizan para comunicarse con otros miembros de su grupo. También hacen uso de una serie de vocalizaciones como gruñidos, ladridos, gruñidos y gemidos.
En cuanto a su sistema de reproducción, los coyotes son animales monógamos. Son más eficaces a la hora de reproducirse cuando los recursos son abundantes, entre los meses de febrero y agosto. Tienen una media de seis u ocho crías por camada y nacen con los ojos cerrados y totalmente dependientes de su madre para la protección y la alimentación. Permanecen con sus familiar hasta los 10 u 12 meses.
Hábitat y distribución del coyote
Los coyotes se encuentran en campos, desiertos y bosques, desde Canadá hasta el norte de México. Son una de las especies animales más extendidas de Norteamérica. También están presentes en algunas zonas de Centroamérica y América del Sur. En Estados Unidos se encuentran en todos los estados excepto Hawai.
Los coyotes son muy adaptables y pueden vivir en diversos entornos. Se les encuentra en las montañas, donde se alimentan de pequeños mamíferos como ratones, ardillas y conejos. En las praderas, se alimentan de aves, roedores y reptiles. También se aventuran en pueblos y ciudades, donde se alimentan de restos de los contenedores de basura. Estos cánidos son muy tímidos y sólo se acercarán a la gente si están acostumbrados a recibir comida de ella.
El papel del coyote en el ecosistema
Estos mamíferos desempeñan un papel importante en la biodiversidad de los ecosistemas en los que viven. Son unos mesodepredadores eficaces de pequeños mamíferos y roedores. Son capaces de controlar la población de estos animales, impidiendo así que se sobrepoblen y causen desequilibrios en la flora y la fauna locales. De este modo, los coyotes ayudan a mantener los ecosistemas sanos.
Interacción humana con los coyotes
En general, los humanos siempre han tenido una relación tensa con los coyotes. En algunas culturas, el coyote es considerado como un mal presagio o una figura burlona que trae la desgracia. Sin embargo, en muchas tribus nativas americanas, el coyote es una figura de respeto e incluso veneración.
Desgraciadamente, algunas actividades humanas han afectado enormemente su población en los últimos años. La deforestación y la urbanización han reducido considerablemente su hábitat natural. Además, son perseguidos por los granjeros, que los consideran una amenaza para su ganado, y por los cazadores, que los matan por deporte. La introducción en su hábitat de especies exóticas, como el zorro rojo y los mapaches, también ha ejercido una fuerte presión competitiva sobre los coyotes.